Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo modo ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna.
A veces las preguntas más absurdas dan como resultado las respuestas más inteligentes y ese es, precisamente, el objetivo de este taller: fluir sin trabas.
El mundo de los sueños y de la fantasía nos acompaña junto al resto de episodios vividos como reales e indiscutibles. Los niños conservan intacta una manera de mirar que les es propia y en la que los límites mentales/sociales no tienen cabida. Se trata de dar rienda suelta a la imaginación creando escenarios posibles a través de la combinación de parcelas de realidad: ¿qué pasaría si un tren tuviese ruedas, un perro medio cuerpo de elefante o una antena un cabello largo para peinar todos los días?
A veces las preguntas más absurdas dan como resultado las respuestas más inteligentes y ese es, precisamente, el objetivo de este taller: fluir sin trabas.