En este taller recurrimos al trabajo con la luz como un método de exploración y también de reconocimiento. A menudo establecemos una relación insana con la falta de luz cuando, visto de otro modo, la sombra es un medio perfecto para distinguirnos y acrecentar la curiosidad inherente al ser humano —más aún al niño— así como exprimir la parte creativa a través de la mera proyección del yo.
